Treinta libros es un ejercicio de 30 días para recomendar libros que has leído. Uno a la vez.
Hay dos libros que se me ocurren para este primer día. Uno es El túnel de Ernesto Sábato. Lo leí en un par de horas y han sido las horas más largas de mi vida. El tiempo que lo leí, recuerdo que me sumergí en la mente de un sujeto que deseaba matar a la mujer de su vida por celos. Cuando terminé el libro pensé, cómo no, que igual podría matar a alguien. ¿Por qué lo leí en dos horas? Porque me lo prestaron y me preguntaron si podía regresarlo ese mismo día. Respondí–: Cómo no, dámelo, ahorita te lo entrego después de la comida.
La persona que me prestó el libro sobrevivió (por si se lo preguntaban) y más tarde me comentó que él había tardado semanas en leerlo por el ánimo en que lo había puesto el personaje. Gracias por la advertencia.
Luego se me ocurrió este otro libro que fue un viaje mucho más agradable: La invención de Morel de Bioy Casares. Fue una lectura de pedir café, un pastel, más café y después un par de coca colas. Estuve cuatro horas en un restaurante, en el área exterior, fumando un cigarrillo después de otro y escuchando a la gente pasar. Me asomaba por la ventana preguntándome si vería los dos soles con los que se encuentra el personaje principal. Apenas había entrado a la carrera, había leído pocas cosas y ese libro me pareció una sorpresa genuina y agradable. Me hizo sentir que estaba leyendo ciencia ficción de la edad de oro (Asimov, Clarke, Heinlein, Aldiss), solamente que fue escrita por un latinoamericano.
También me hizo sentir que estaba leyendo una aventura gráfica o de texto, como los primeros juegos de computadora donde debías tomar decisiones y donde debías leer con atención lo que te presentaba cada “pantalla” o “paisaje” para descubrir el paso a seguir. Leer La invención de Morel me trajo el mismo sentimiento que cuando jugué Zork en una Atari por primera vez (y también, por qué no, asocié mi experiencia como lector a mi experiencia como jugador en otros dos juegos: Myst y The 7th Guest.)
Ambos libros son excelentes lecturas.