Mañana cumplo años. Dejo atrás los veinte para entrar a los treinta. Si estuviera aquí mi tío Rafael, me diría–. Bienvenido a los tas –Sí pues… bienvenido. ¿Qué pensar? No es una ambigüedad neurótica. Sencillamente no lo sé. No me imaginé cumpliendo treinta. Creo que nadie. Pienso que treinta es el número más alejado en la mente del hombre que vive comodidades y colecciona recuerdos felices. ¿Treinta? Jamás, quién sabe si llegue, si no me mata primero la peda, o los amantes, o los excesos, o las idas a jugar fútbol a la cancha. ¿Treinta? He tenido treinta en libros, en películas, en videojuegos. ¿Qué me puede importar?
En cambio, cuando vives en el siguiente espectro de la edad (los treinta), tienes presente –como un susurro que gradualmente, según los años, aumenta de volumen– piensas en los cuarenta y como llegarás ahí si haces las cosas bien. Sergio Corona escribió, o dijo en una entrevista, el truco para tener una vida plena, una vida sana o abundante–: Haz tus deberes y pórtate bien. Con eso todo estará en su lugar –Pienso en ello, de vez en cuando, mientras doy tumbos con el cochecito contra una u otra calle. ¿Deberes? Me imagino que es esa larga lista que te entregan en un pergamino sellado cuando naces, y que cuando lo abres, escribe en tiempo real todas las expectativas de la sociedad: estudia, termina una carrera, cásate, compra una casa, una mascota, ten hijos, procura a tus nietos, etcétera.
El pergamino de los deberes perpetuos.
Dejemos para otro día los pensamientos… reflexiones que se resuelven o que se olvidan con el tiempo. Es hora de bajar a la cocina y preparar la comida para los invitados. Vendrán los que puedan y los que quieran, y su presencia, al final, es como un vaticinio de la etapa. Quienes estarán para acompañarme (o guiarme, o picar con el dedo) durante, esperemos, una decada más. Un cumpleaños no sólo se trata de uno, sino de las personas con las que desearías vivir… o morir. Es lo mismo. La vida es muerte lenta, o la muerte es cuando acaba de gotear la vida. Sí, dejémoslo para otro día.