–En el dulce del rocío se parten las piedras más duras. Sienten el respiro de un enamorado que las levanta y las levita, las hace andar en círculos hasta que la fuerza centrífuga las convierte en estrellas. Qwerty, qwerty, las piedras salen disparadas a la noche, parten la necedad de los cielos y nosotros, los hombres, que estamos tirados en la tierra y lo vemos, nos sentimos pequeños ante un espectáculo de tal grandilocuencia. Asdfg, asdfg, no es cosa de putas letras pero cosa de putos presagios, los pinches pocos días que miré el pinche sol y pocamadre me quedé ciega, pocamadre me quedé ciega. Verty, verty, es el castigo de un diablo azul descansando sobre las nubes y nos prohibe las qus, nos prohibe las qus. Cus cus, ¿te da meyito? Ue no te de meyo, ue no te de meyo. El diablo azul está muy ocupado evitando las piedras. No bajará de los cielos a tocarnos. Us, uz. En la tierra de Uz andan tristes unos peregrinos ignorando su funesto destino cuando las lenguas de fuego los despojen de toda esperanza, y toda vanidad, y todo orgullo. Uz, uz.

–¿Cómo?

–Me leyeron la fortuna en los humos de un cigarrillo y la praxis del deporte mejora los cuerpos. Yuiop, yuipop, Me leyeron el deporte del cigarrillo y la fortuna del praxis está en el humo del cuerpo. Se esparce el amor sobre las mesas, se conduce al mar sobre una maceta, asesores injurian la imagen divina de Temistocles, el exánime panadero. Vbnm;, vbnm;, subieron las ventas de los teclados cuando los ciegos descubrieron que podían hacer la música, ahora en el Consejo Nacional de Ciegos se encierran para trabajar ferozmente sobre la melodía que unirá todas las palabras del mundo al unísono. Mueren porque es una tarea muy difícil, mueren con los oídos sangrantes y el cerebro escurriéndose en su canal auditivo, entonces tienen que traer nuevos ciegos que puedan continuar la melodía. Nadie les advierte, ghjkl, nadie les advierte, ghjkl, nadie les dijo que estamos aquí mirando al cielo como las piedras chocan. Un diablo azul se levanta emocionado y exclama: ertyu, ertyu.

–¿Cómo?

–En la dulce fortuna de los humos duros de un cigarrillo, respira el enamorado la praxis del deporte y levita su cuerpo mejorado. Los pinches pitos, las putas panochas, son prófugas pocamadre. Los órganos vuelan al cielo, dfghj, dfghj, y se unen armoniosamente para crear la pintura que tratan de musicalizar los ciegos. Espera, no hables, ue el perro nos interrumpe con animados saltos. Busueda del juego. ¿Por ué te has puesto melancólico? No seas triste. Las piedras regresarán para traernos la alegría de atravesar el cielo. No seas triste, amigo, olvida lo dicho. Nada dije. Mis palabras no descubrieron felicidad o infortunio, hjklñ, hjklñ, son una vieja canción de un viejo diablo rojo que viaja en su cadillac rojo, siempre al sur, siempre al sur, no me esperes despierto mamá, tú tampoco mujer, porque voy en el cadillac rojo con un diablo rojo y fue muy claro: nadie sabe si podremos regresar. Cvbnm, cvbnm.