Etherlords es un juego viejísimo, viejazo. Existe un remake para móviles que es relativamente popular y reciente. No pienso hablar de ese. Mi reseña es sobre el juego de PC que salió en el 2001 y, según algunos, fue uno de los primeros y pocos RPGs tácticos que aparecieron para computadora. Y se nota. El juego delata su edad desde la presentación, la cual es muy similar a las presentaciones de los Final Fantasy-Kingdom Hearts. Frases en tipografías grandes que desvanecen sobre un fondo misterioso, místico. Frases grandilocuentes como The Lord of Lords y The Art of War (haciendo referencia al libro de Sun Tzu).

Si yo hubiera sabido de Etherlords, en el 2001, al ver la presentación me hubiera ido con la finta y quizás hasta lo hubiera comprado. Lo bueno es que no lo hice. Hubiera sido una pequeña decepción de jovencito que se compra un juguete y resulta que no corre bien, se rompe rápido o no habla como te lo prometió el comercial de televisión.

Cuando termina el video de presentación nos encontramos con grandes pedazos de texto donde hablan los narradores más huevones del mundo. Por momentos parece que estamos reviviendo películas de fantasía como las que salieron en los ochenta (algunas buenas, algunas malas). El juego hace gala de voces sobreactuadas, nombres rimbombantes, un mundo que exagera tanto la fantasía que parece irreal.

Hay gente que recuerda este RPG táctico con mucho cariño. Supongo que esa gente disfrutaba en línea o en LAN parties porque de otra manera no me lo explico. Al empezar, te dan un guerrero con estadísticas al azar y ese guerrero lo mueves sobre el tablero para matar criaturas, capturar edificios o conseguir recursos. El juego es complejo y confuso, a cada paso que das encuentras una mecánica nueva. Esto si lo jugabas con amigos, probablemente, lo hubieras aprendido más rápido pero si lo intentas jugar contra la computadora, tienes que enfrentarte a cantidades impunes de texto o la hueva de un cabrón que te lo lee todo. Es cuando debe tomarse una seria decisión: me clavo con esta madre o lo dejo ir. Yo lo dejé ir después de un par de horas de juego.

Tiene sus cosas divertidas: las ratas conjuran hechizos, los héroes tienen cabeza de Giger, los enemigos sacan a sus papás, los monstruos tienen diseños muy cabrones, también tiene elementos de los juegos de tarjeta como Magic. Pero, también, como el juego es una bolsa de mecánicas y chingaderas, entonces tienes que aprender una enciclopedia antes de salir a pasear. O sea, quizás puedes salir a pasear, pero vas a valer madre. Eventualmente llegará un cabrón nivel 7 y te tirará el castillo a chingar a su madre. No sé que esperaban de mí: quizás que subiera a uno de mis héroes a nivel 9 para poder ganarle a este güey o quizás destruir primero el castillo rival, o ponerle la voz del narrador para matarlo primero.

En resumen: ¿Recomiendo Etherlords? No. Y eso que es mi tipo de juego. Pienso que hay mejores opciones, tanto en mecánicas de juego, en gráficas, en historia y mucho, mucho más. Este juego sólo debería ser para gente que es clavada de Etherlords, o sea, si eres ese chavo que lo compró el 2001 y no tenía otra cosa que jugar y, ni modo, se hizo fan porque sus papás nunca le compraron una family y el cartucho de los 300 juegos. Aléjense de Etherlords. Está barato pero no se arriesguen.