Cuando murió Terry Pratchett tomé una decisión: quiero escribir dos libros por año. O uno. Por lo menos una novela breve. Un cuentote. Lo que se deje. Quería empezar este año con mi propósito ingenuo, lleno de buenos deseos, pero apenas sigo revisando unas novelas que dejé en el cajón y otras que publiqué en digital antes de tener el cuchillo más afilado. Pero eso sí, cuando acabe ese infierno, me prometo escribir dos libros al año. Al menos uno. Aunque sea de citas citables. Voy a juntar unas bien chidas. Lo prometo.