Imagina que estás en la primaria y juegas carritos con tus amigos. En aquel entonces, bueno, cuando los carritos eran populares (hot wheels, micro machines, los de china, qué importa) te juntabas con tus cuates de la escuela en los recesos y cualquier cosa podía ser una pista. Nos dábamos tres turnos para avanzar el carro. Perdías si el coche se caía o si no dabas el suficiente empuje. Era fabuloso. Eran mejores tiempos.
Por eso mismo, es posible que Little Racer Street me agarró de sorpresa. Esperaba algo menos divertido y más normal, pero pronto descubrí que podría clavarme. Es un juego de carreras que se juega desde arriba y eres como el chamaquito que controla su auto de juguete. Es un poco confuso, toma tiempo acostumbrarse. Controlar el auto desde una perspectiva superior tiene sus dificultades porque las direcciones cambian continuamente. Entonces el juego de memorización, para aprender las pistas es un buen reto. Me parece que el desarrollador para ahorrar en las pistas, hizo tableros gigantes Y parte de su gracia es cerrar algunos accesos para darle variedad al asunto.
Aunque el juego me pareció casual, me tomó un rato conseguir los primeros lugares. Dominarlo Cuesta tiempo. En parte porque cada carrera te da créditos que puedes usar para mejorar tu auto O comprar modelos superiores, pero eso no garantiza que vas a ganar las carreras. El juego también es una fábrica de achievements. Por todo puedes conseguir uno, hasta por estornudar. Quizás lo único triste del juego es que mucha de su gracia depende de los puntajes en línea Y no mucha gente lo juega, aunque hay retos diarios, por ejemplo, no tiene mucho caso porque nadie los hace.
A pesar de ello, el juego está sabroso. Quizás es conveniente comprar dos o tres copias para jugarlo con amigos o bien, puedes ignorar todo el aspecto en línea para disfrutar carreras casuales en un momento de distracción. Recomiendo Little Racer Street. Es un buen reto, es un juego que no se toma muy en serio, tiene dificultades para todos los gustos y seguramente puedes encontrarlo en una barata o en una oferta.
