• Debo confesar que por mera curiosidad, compré un bundle de un dólar con chorros de juegos infantiles y casuales. La sorpresa fue más agradable porque con ello descubrí un desarrollador indie mexicano: Ensenasoft. Aunque no soy target para estos juegos, pues me gustan más de acción, sangre y balazos, los compré pensando en los sobrinos. Quizás algún día tenga el gozo de jugarlos con ellos.

  • ABC Coloring Town es un juego muy, muy sencillo. Paseas por un mundo tridimensional, de pequeñas casas y árboles frondosos, y en cada una de ellas encuentras una imagen para colorear. Así de fácil, pero no por fácil deja de ser agradable. La música y el sonido del juego me parecieron placenteros; el ambiente me relajó; de repente se me fue una hora coloreando como si fuera un chamaquillo.

  • El juego tiene una paleta de 16 colores, cuatro tamaños de brushes, una herramienta para rellenar un área y goma para borrar. Las imágenes ya están predefinidas de acuerdo al alfabeto (por eso se llama el pueblo del abc), no puedes alterarlas o añadir las propias. El juego está diseñado para chamaquitos que quieren colorear y aunque tiene tarjetas de Steam (un bonus para los coleccionistas como yo), no tiene retos. Quizás convendría agregar unos retos más sencillos para invitar a los adultos competitivos a quedarse con los chamacos hasta que coloreen de principio a fin. Al final, creo, como herramienta didáctica es más que suficiente e incluso creo que excede las expectativas: es bonito, está bien pulido y es agradable jugarlo.

  • ¿Recomiendo ABC Coloring Town? Simón. Especialmente si tienes menos de 8 años de edad y te gusta colorear animalitos. No es más que eso pero tampoco es menos que eso. La ventaja: es un libro para colorear infinito. Algunos extrañaran el olor del papel y la madera de los colores, pero el terreno de la imaginación también es vasto y dicen por ahí que todo lo puede.