Dragonsphere
La esfera del dragón
Mi paseo por joyitas retro en esta ocasión me empujó a un juegazo: Dragonsphere; una aventura de point and click de los noventa. Inicia con un mago sabio y bueno encerrando a un brujo en una montaña y un príncipe pintándole dedo al malo mientras cabalgan lejos de él. El brujo, naturalmente encabronado con el príncipe, promete que en veinte años será libre y cobrará venganza. El mago bueno deja una esfera donde encierra “la imagen” de un dragón, si el dragón rompe la esfera y se libera, quiere decir que el malvado está libre para hacer de las suyas. Pasan los años, el príncipe se vuelve rey y el dragón de la esfera se inquieta. Como es natural en todos los dirigentes de una nación, el rey busca su espada para matar al brujo.
Dragonsphere es un poco más complejo, digamos, que Beneath a Steel Sky por la cantidad de opciones que puede hacer el personaje principal (obedece todavía más a la necesidad de ponerle gráficos a las aventuras de texto). También es un juego de menos acción, pero Dragonsphere es más rico en narrativa y pide al jugador que tome notas, mire el ambiente y escuche con atención. Incluso posee un lenguaje inventado (el habla de una raza desértica y misteriosa), un poco rudimentario pero entretenido, que alimenta y expande sus conceptos a través de sufijos y prefijos.
Dragonsphere está bien escrito y tiene los giros clásicos de una fantasía de su tipo. Aunque no es muy distinto a la estructura clásica de estos juegos, tiene excelentes momentos de tensión y giros bien hechos. Sí, no me enfoco demasiado en la historia porque podría arruinar un par de sorpresas. Basta decir que la narrativa desarrolla más allá del final más sencillo y predecible, y te empuja a seguir adelante.
Aunque Dragonsphere es viejillo, estuvo chido encontrarme con que todos los diálogos tienen actuación de voz. El juego, como es emulado de dosbox, tiene problemitas, no muy serios, de sensibilidad de mouse. Puedes medirle para sufrir menos. Por cierto, al ser una aventura más compleja del común, estira los límites lógicos de su propio universo (cuando te piden, por ejemplo, usar un pez para abrir una puerta) pero no es tan cruel como para abandonar al jugador a sus expensas. Todo está indicado y si has prestado atención, puedes intuir y resolver sin problema alguno. Supongo que Dragonsphere, en su tiempo, tomaba de unas 20 o 30 horas para mover el hámster cerebral del jugador. Si buscas una guía reduces el tiempo a unas 10 horas.
¿Lo recomiendo? Sí. Es una aventura con un mundo fascinante, secretos y magia. Está bien construido y vale la pena sumergirse unas horas para descubrirlo. Recomendado para la gente que guste de los mundos fantásticos, los acertijos, las burlas a los príncipes perfectos y las rimas chafas.