En contra de los enemigos tumorales
Dead Space.
Jugué Dead Space en un momento crítico de mi vida: después de mi primera quimioterapia para tratar el linfoma de Hodgkins. Por lo mismo, quizás, encontraba incómodo y personalísimo el uso de los cuerpos, la carne, la simbología del crecimiento inalterado. Ojo: lo incómodo no me alejó del juego, al contrario, me atrajo aún más. Me pareció extremadamente fácil relacionarme con la situación (de matar tumores) y adoptar el papel de Isaac para asesinar las extremidades sobrantes, alteradas y grotescas de los tripulantes del Ishimura. Si los videojuegos no curan el cáncer, no todavía, al menos nos ayudan a adoptar ciertos papeles heroicos para ayudarnos a seguir adelante de muchos modos: un día a la vez, paso a paso. La misión principal de los videojuegos es y debe ser ayudarnos, o aliviar la pena de tratar con las inconsistencias, decepciones y problemas de la vida un día a la vez.
Pero trataré de dejar el cáncer de lado y mi sueño de ser un astronauta aterrado con la capacidad de asesinar enfermedades tumorales con una pistola láser y poderes energéticos que ralentizan el tiempo; el juego cumplió su objetivo espiritual. ¿Qué tal lo demás?
01
Los restos de la colonia.
Dead Space es un juego de acción y horror en tercera persona. Asumes el manto de un ingeniero espacial (Oye, Freeman) que explora el Ishimura junto con un par de cuates medio neuróticos y sospechosos. La misión es averiguar qué diablos pasó con la nave, la colonia, su cargamento y su flota (Oye, Aliens). Hay un interés personal: la esposa de Isaac está en la nave (Oye, Silent Hill 2); nuestro ingeniero estrella recibió un mensaje críptico por parte de ella que lo motiva a límites inhumanos para saber dónde está y si se salvó de la catástrofe.
El juego es sencillo, lineal: doce capítulos que nos permitirán revelar la historia del universo, conspiraciones religiosas, traidores y LA VERDAD. Mientras recoges estos pedazos de información (algunos ocultos), lucharás contra hordas de necromorfos y resolverás uno que otro acertijo (hola, Resident Evil). El juego es una acumulación de los tropos favoritos del terror con una pizca de ciencia ficción, no pretende ser original pero propone algunas mecánicas novedosas para alimentar al género.
02
El ataque de los bebés.
Jugué Dead Space en dificultad normal y tardé aproximadamente una hora por capítulo. El juego es intuitivo, no hay manera de perderse (de cualquier modo, no hay mucho que explorar y cómo perderse en cada capítulo) y los controles están bien hechos. La ambientación está bien diseñada: las texturas, los afiches, los cuerpos, los sonidos, la música y los juegos de luz. Todo es un conjunto para generar suspenso y mantener alerta al jugador. Un punto a favor del juego: el modelo del personaje principal tiene toda la información que necesitas en el traje y el arma (la cantidad de balas, vida y energía para el stasis), lo cual ayuda a sumergirse en la experiencia y olvidar que juegas. Dead Space es un agresivo, a veces arrogante, intento por sumergir al jugador en su experiencia. Quizás, se me ocurre, esta acumulación de elementos es exacerbada y ridícula en ocasiones, pero tiene justificación a través de la historia. Creo que algunos jugadores, como yo, encontrarán divertida y justificada esta exageración.
Personalmente, me siento más cómodo con el horror sugerente, psicológico y un poco más silencioso, uno que construya a través de detalles la narrativa grotesca u horrible que nos mantendrá inquietos hasta la resolución. Dead Space no es este tipo de juego (aunque lo intenta a través de su universo de ficción), pero se enfoca más a las sorpresitas y la acción, además de que procura desarrollar una historia universal que utilizará en posteriores entregas y que puede ser un punto de interés para quienes gusten de las historias seriadas. La nave espacial ofrece pocas oportunidades para ser un escenario creativo, pero algunas veces me recordaba los montajes industriales de Silent Hill, los cuáles asustaban magistralmente a los pobres diablos que recorrieran sus pasillos ferruginosos y oxidados.
03
Rodarán cabezas.
04
Separados al nacer.
Los enemigos de Dead Space son los necromorfos y hay una (des)agradable variedad de ellos: muertos, muertos rápidos, escorpiones, bebés (!), gordos con bichos, slender men que se fragmentan en tentáculos y cabezas, etc. Los modelos son grotescos e inquietantes (¡como debe ser!). No los encontré particularmente difíciles pero sí interesantes. Cuando normalmente un juego de acción/horror te entrena para apuntar a la cabeza o el pecho, Dead Space busca que apuntes a las extremidades para matar a los necromorfos. Tirarles a la cabeza sólo te mete en problemas. Dependiendo de los brazos, las piernas y los tentáculos que retires, cambia la manera de moverse del enemigo y su estrategia. Supongo que en modos de dificultad más agresivos es vital entender esto, porque en dificultad mediana me las arreglé con la primera arma, sin aprendizajes avanzados para derrotar a los enemigos, hasta los créditos finales. Los gritos y los sonidos orgánicos de los necromorfos mantienen el nivel de tensión y exigen concentración para apuntar y disparar. Isaac, o su traje, mejor dicho, tiene una habilidad especial para retrasar el tiempo. Eventualmente esto será muy importante para detener a los enemigos en los últimos capítulos y no dejar que te echen montón (malditos chacales) para matarte.
Otra mecánica notable en Dead Space es la manera de adquirir y desarrollar los trajes y las armas. En vez de recogerlas casualmente en alguna esquina oscura de la habitación donde te va a saltar el chupacabras para arrancarte la nariz de una mordida, tienes que conseguir los esquemáticos para armarlas en una tienda. Para aumentar el nivel del arma, el traje y las habilidades de Isaac, necesitarás nodos de poder para modificarlos. De inicio me gustó el sistema y quise comprobar su efectividad. Me quedé con la pistola inicial para ver si era posible convertirla en un arma efectiva para los últimos niveles. Y lo fue, en ningún momento pensé que debía usar otra arma para facilitar las cosas. Sólo subí la pistola a su máximo nivel y así conseguí terminar el juego.
05
Días de mucho sol.
En cuanto a la historia, no está mal. Dead Space no es muy diferente de historias del tipo (Aliens), pero trata de desarrollar un trasfondo interesante. Hay un culto de extremistas, hay experimentos con humanos y hay responsables que llevaron a los personajes a circunstancias horribles. La locura también juega cierto papel como un efecto secundario de la enfermedad y la biología de las criaturas, así que puedes argumentar algo de paranoia y desconfiar libremente de todos y de todo. Hay personajes secundarios (Temple, por ejemplo), los cuales encontrarás mencionados o a quienes escucharás en alguna grabación, cuya historia se resuelve durante el desarrollo de Dead Space. La narrativa pone atención a los detalles, al escenario y al universo, aun cuando la historia del héroe es muy básica. Los actores de voz hicieron un buen trabajo. Me pareció escuchar voces conocidas.
Dead Space no es mal juego, quizás demasiado sustentado en sus orígenes y muy fácil (en dificultad normal o mediana), pero nada que un público consciente, amante del género, y un aumento valiente a la dificultad no puedan arreglar. Lo sugiero a los amantes del horror y de la acción, también sugiero a los jugadores experimentados que le suban la dificultad al límite, desde el primer recorrido, para que puedan disfrutarlo. Mi parte preferida: explorar y encontrar que los baños dan más miedo que el resto del juego.