La anécdota de un héroe megatónico

Duke Nukem 3D: Megaton Edition

En diciembre 2017 escribí mi reseña de Duke Nukem 3D y mi opinión personal no ha cambiado mucho desde entonces. En el 2017 jugué la versión libre de DRM, clásica, que alguna vez regalaron y vendieron en GOG. La jugué utilizando un motor gratuito hecho por los fanáticos (eduke3D). Gracias a esta versión, armé un pequeño paquete de archivos (texturas de alta resolución, sonidos mejorados, etcétera) que me permitieron explorar este clásico de otro modo, reinterpretado, pero inconfundible y esencial. Estuvo chido el paseíto.

La versión clásica ya no existe, esta misma y sus variantes fueron reemplazadas por la 20th Anniversary World Tour. Sin embargo, en algún momento de años pasados, surgió una versión intermedia que ocupó un lugar entre el viejo software reempaquetado y la 20ED; Duke Nukem 3D, Megaton Edition, clamada por los fanáticos como la versión más completa de Duke Nukem a la fecha. Todavía es posible conseguir llaves de esta versión con algunos revendedores, aunque he escuchado que las venden carísimas y no es para menos.

01

Salva a las muchachas, salva al mundo.

Nuestro héroe megatónico incluye un motor actualizado y optimizado para nuevas computadoras, además de todas las expansiones respaldadas por 3D Realms: Duke it out in D.C., Duke Caribbean: Life’s a Beach y Duke: Nuclear Winter. El motor es muy cómodo, ya que permite jugar en pantallas widescreen y nos evita molestas intervenciones de DosBOX (sí, es algo personal, odio este emulador). No tiene texturas de alta resolución, pero renderea los niveles 3D en vez de 2.5D. Tiene algunos efectos de sombra y suavizado para las texturas, pero esto último no me gusta tanto como el pixelado clásico. He jugado nuevamente los cuatro capítulos originales y lo disfruté como si fuera 1999.

El motor del Megaton tiene algunos errores, como mensajes medio extraños cada vez que empiezas un nivel (please leave blank) o un vacío de oscuridad en los reflejos del espejo donde, supongo, debería haber un clasiquísimo house of mirrors (ese efecto fascinante cuando te sales de los vectores indicados por el mapa y descubres la realidad detrás de estos mundos tridimensionales falsos).

Quizás lo que más he disfrutado, es que pude jugar por primera vez las expansiones las cuáles sólo veía en revistas porque era un chamaco pobre y mexicano y no había tiendas que nos facilitaran conseguir estas joyitas. Hablaré de las expansiones, ya que son el valor agregado real de esta versión.

02

La muerte en el espacio.

Duke it out in D.C.

Los extraterrestres invadieron Washington y Duke Nukem es comisionado por El gobierno americano para erradicarlos. Es hora de salvar a Bill. Los niveles están basados en locaciones reales de D.C. como la Casa Blanca, el Museo Smithsonian, el monumento a Washington, las oficinas del F.B.I., entre otros lugares igual de gubernamentales y gringos.

Los niveles son enormes y a pesar de basarse en arquitectura real, a veces se sienten laberínticos y largos. No es queja. Quizás mi nivel preferido es el más polémico entre los fanáticos: el smithsoniano, el cuál a veces se sentía confuso y tramposo por sus interruptores y sus llaves escondidas, pero fascinante por sus techos altos y su reinterpretación de la casa del arte, de lo extraño y lo fascinante.

Quizás de todas las expansiones, es la más satisfactoria y lo más cercana al Duke original. No tiene enemigos o armas nuevas, no me fijé si había texturas originales, pero el espíritu de su creación era mostrar las capacidades del motor en cuanto a tamaño e hicieron un buen trabajo.

03

Requiem por el marino espacial.

04

El güero guapetón.

Nuclear Winter

Duke tiene qué salvar la navidad de FEM, unas elfas feministas y furiosas. Los primeros dos niveles son una reinterpretación de los originales. Los demás son niveles blancos, amplios, que te pasean por el Polo Norte, las oficinas de Santa, la fábrica de los juguetes y el pueblo de los elfos. No me parecieron estructuras excepcionales, aunque me sentí maravillado, en ocasiones, por su diseño y su iluminación. Los niveles reinterpretados no estuvieron mal, aunque son un recurso barato para iniciar la expansión.

Hay nuevos enemigos pero su diseño rompe con el Duke clásico: los hombres de nieve son demasiado caricaturizados y las elfas verdes intentan ser realistas; estos enemigos, combinados con el excelente trabajo artístico de 3D Realms, se sienten fuera de lugar. Quizás lo mejor es su scripting. Parecen tener fuerzas y rutinas distintas que abren la curiosidad y empujan a seguir. Lo más notable es que las elfas sueltan regalos al morir y estos dan algún beneficio aleatorio: vida, armadura o munición.

El último jefe es un bot de Duke Nukem. Ya verán a lo que me refiero. Un poco injusto y fiero, pero pasable. Esta fue mi expansión menos preferida pero no la descartaría del todo: tiene sus momentos interesantes.

05

Shhh, no hable. El vidrio podría romperse.

Duke Caribbean: Life’s a Beach

La última expansión de Duke Nukem es una parodia de la parodia. El juego acepta y abraza el ridículo total y qué bueno. Hay “nuevas” armas y enemigos. Las armas son reemplazos caribeños y all inclusive de las armas originales: pistolas de agua, cabezas vudú, máquinas de hielo, avienta conchas y avienta piñas. Los objetos sufren la misma transformación: te curas con plátanos y te proteges con bloqueador solar, por ejemplo. Hay dos que tres enemigos nuevos que son variantes de los originales y los cerdos ahora usan camisetas de playa de distintos colores. Oh, y las gaviotas. Las malditas gaviotas.

Duke parece regresar a sus raíces: niveles compactos y complejos que requieren paseos constantes del jugador para descubrir los secretos y terminarlos. Uno de los niveles que ejemplifica esto, y de los más enfadosos, son las cuevas vudú. Los niveles son entretenidos y juegan con la idea del Caribe, la playa, las lagunas perdidas y las cuevas misteriosas. Hay bastantes oportunidades para perderse y aprender la idea básica de las llaves como un recurso de dar al jugador una misión sin ser muy explícito en ello. Los colores suelen ser más claros, azules y arenosos de lo acostumbrado en un Duke Nukem.

Otra de las novedades es que el juego está lleno de nenas en bikini que sueltan los mismos tres comentarios con doble sentido. Es difícil no matarlas para que se callen (Duke, efectivamente, es una pesadilla feminista). Pero también son una agradable adición al juego para mirar algo “vivo” que lo puebla. Digamos que es un principio de npc para un mundo abierto en primera persona. Además de eso, veremos harta textura nueva para vestir los niveles, algo que hizo mucha falta en nuestras primeras dos expansiones.

Para terminar mi paseo anual de Duke Nukem, quise hacer un nivel utilizando la herramienta incluida pero me pareció un poco mala (hace años la usaba para pasar el rato, no recordaba lo frustrante que era), poco intuitiva y que corrompe los mapas con algo de facilidad. Preferí dejarlo para otra ocasión antes de siquiera frustrarme.

Quizás lo intente con Mapster32 en un futuro.

Mi recomendación final: este Duke Nukem es una excelente versión para iniciados y fanáticos hard core. Amantes de los FPS apreciarán conseguir un pedazo de historia, si es que pueden conseguir una llave.

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