4:51 AM, pronto serán las 5. ¿Ya ven qué no se necesita tener un blog para ser listo? Tan sólo con mirar el reloj y contar los minutos de una hora para la otra, se puede dar una sencilla muestra de ingenio que sobrepasa los límites de la ficción y lo mercedino. ¿Qué naderías pienso escribir hoy? No lo sé, pensé muchas antes de salir a la escuela y llegar a casa. Cliché: Ya no recuerdo ninguna. Este párrafo, si se le puede llamar así, sirve a la función de distraerlos a ustedes y calentar los motores, en lo que se me ocurre que era lo de hoy.

Mi cacto, y el bonsai –hermano del cacto–, se ha convertido en un universo de ficción, donde ya lo tengo, lo cuido y lo mimo. Al releer los comentarios, al releer mi post, me di cuenta que el cacto ya era mío y que ustedes ya estaban inventándole sus días. Nosotros, escritor y lectores, ya construimos una serie de posibles escritos en nuestras respectivas cabezas, aludiendo al posible inicio, desarrollo y final de la vida con mi cacto –Y su hermano, el bonsai–. Incluso, pueque ustedes ya hayan inventado un universo ficticio, donde son los poseedores del cacto y me contarán de él. Me harían sentir nostálgico porque yo nunca le compré. No sé porque razón me sentí triste el día de hoy, al pensar en mi cacto –en el feo bonsai que no supe cuidar– secándose porque no le di los suficientes cuidados y lo más curioso, es que ni siquiera tengo al cabrón. Lo siento Bob, prometo materializarte, no me mires así.

Al llegar a casa, al llegar a la oficina, al llegar a donde duermo… como sea, Josefa me preguntó que donde andaba y porque carajos no me había despedido de ella antes de irme a la escuela. Eso siempre me lo reprocha, en tono de broma y en tono de broma, le contesto que a ella no le importa. Y así, nos peleamos bromeando. Hoy fue diferente. Hoy hablaba en serio. Se le enrojecieron los ojos y pensé para mis adentros: “Madre mía, esta mujer ya va a chillar… ¿Por qué carajos va a chillar?”. So, hice lo que se me ocurrió en el momento, sin abandonar la broma le di un abrazo, un beso en la mejilla y le dije: “Te quiero mucho Josefa, prometo hablarte de la escuela para decirte que estoy vivo, ¿eh?”. Es lo malo, y lo bueno, de vivir en la oficina. Los compañeros de trabajo se han convertido en mi familia y a medida que ellos asimilen mi presencia aquí como una constante, la relación se volverá más compleja. Me incomoda, pero nada puedo hacer por el momento.

Así como me dan temporadas donde juego los sims todos los días, o juego medalla de honor todos los días, o escribo un berrinche llamado “El Viaje de Simón Dor”, me dan temporadas donde lo único que me interesa es bajar pornografía. No durará más de un mes, mes y medio… después se me olvida y la abandono, por algún otro hobby. Estoy viendo un video mientras escribo. Este no es de una naturaleza tan … hardcore, tan explícita. Es un softcore agradable. Es una mujer, de unos diecinueve, veinte años, jugando frente a una cámara. Un video de “amateur”. Curiosamente, nunca enseña nada, todo lo hace con movimientos y sugerencias. Su cuerpo es increíble. Por eso me da miedo tener hijas, me espantaría que a mis cincuenta años, bajara algún videito donde me encontrara una cara “tan familiar”. En internet, estos videos de universitarias jugando frente a una cámara ya son un estilo de subcultura, una leyenda urbana. Una de las más populares fue Libby H. Una supuesta chavita que jugaba en la cámara para su novio. Y bien, la historia dice que rompieron y él, en venganza, distribuyó por email un URL con todos los videos (esa es la leyenda urbana, ¿cuántos no hemos recibido el correo de la supuesta chavita del TEC o de la Ibero, que le tomaron fotos desnuda en Acapulco?).

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Después de eso, los videos de este tipo explotaron y ya se convirtieron, por la demanda, en un género aparte.

Aunque parezca imbécil, muchas universitarias lo hacen para ganarse una fama o una reputación (otras por dinero y otras más, por lujuria, y en otros casos, por amor). En países más desarrollados, esto es su liberación sexual. (¿Cuándo nos liberaremos en México? … ¿Pero qué decías de tus hijas, cabrón?). Si es correcto o no, si es un tipo de evolución social entre los jóvenes de otros países o si es algo inmoral, ¿qué más da? Es la consecuencia de tener internet, es la libertad de poseerlo, de estar al alcance de quien menos nos imaginamos. Es la consecuencia del conocimiento que esta a nuestro alcance. El conocimiento nos ayudará a cumplir nuestros deseos, banales o importantes. Impulsos. Les aseguro que ella nunca imagino que yo, un mexicano harto lejos de Holanda, podría verla. (Si quieren los videos, en posts dejé el link… es el que dice Kodie – Vanessa, o algo así).

Me aseguraré de educar mal a mis hijas. Porque si las educo bien, capaz que hacen esto. … Nah, que sea lo que sea. Finalmente… no sabemos que será de este tipo de cosas en un futuro. Muchos pensamos que seguirán siendo emocionantes, que seguirán siendo el material que busquemos todos los días… pero no lo creo. Sodoma y Gomorra es ahorita, quien sabe mañana… de veras que quien sabe.

Una de los sueños ingenuos que poseo, es que todo perderá importancia… incluso el individuo mismo y nos daremos cuenta, finalmente, que somos uno sólo, que todos llevamos de la mano el destino del otro. Que todos caminamos a un mismo rumbo. Bonito, ¿eh? Por lo pronto, yo sólo quiero mi bonsai –O un cacto–, y juntos veremos a las universitarias holandesas, gringas o alemanas, ávidas de promoción, de libertad, de fama… Mira Bob, mira… son nalgas femeninas, de una mujer cuyo metabolismo todavía no se apendeja, y creeme… en serio Bob, creeme… que no hay nada en internet que valga la pena más que eso.