Yep… en todas las fotos, me las arreglo para verme igual de feo que en persona.

Hoy, Yushe vino a una entrevista de trabajo y tuvimos oportunidad de encontrarnos, beber un café, fumar, reír un poco y platicar un poco de las diferencias entre el Distrito y Puebla (Ciudad de los angeles… ¡Qué chula es puebla! (restaurant)). También platicamos un poco de nuestra blogósfera, de los blogs en común que visitamos ella y yo.

Y luego, me vi un poquitín cruel y me la llevé a caminar… ajem, soy un poco desorientado (ok, ok, bastante mucho muy desorientado) y curioso, con Yushe a un lado… logro ser más desorientado todavía. Así que me la llevé caminando, de la Tapo, a la Merced. ¿Cómo lo hice? No tengo la menor idea, aún sigo recorriendo las calles en mi mente. Alguna vez espero repetir el recorrido tal cual como salió hoy… no sabía que la Merced estuviera tan conectada con lo que antes eran mis rumbos, la Jardín Balbuena, la Moctezuma, Ignacio Zaragoza y todos esos alrededores. (O no está tan conectada como quiero creer y caminamos un montón). So… salimos caminando de la Tapo y en realidad, quería llevarla a esa zona para repetir un patrón, como viejito, de contar las viejas historias de casa… pero acabamos en la Merced, si… ¡en la Merced! ¡En el mercado de San Ciprián! Cooooñooooesumare…………………

A Stephen Hawkin le encantaría caminar conmigo, probablemente soy el único que podría guiarlo a un agujero negro. Y lo mejor es que sería sin intenciones de…

So… nos metimos a la Merced y de ahí, nos subimos al metro para bajarnos en Moctezuma (lo que hubiéramos hecho en un principio, si… ya sé, ¡Ya sé!). Y de ahí, caminamos hacia el mercado donde la abuela solía vender zapatos. El mercado de Balbuena, es un lugar pequeño y escondido… recién pintado de azul. Antes era blanco, y antes de ser blanco, era color crema. Caminamos por el pasillo donde solía jugar y huir de los perros callejeros: la misma gente, de hace veinte años. Algunos de hace quince… pero los mismos, esencialmente.

Ver a esa gente me hizo pensar que mi abuela no debió morir tan joven.

Salimos del mercado y nos seguimos derecho, tan sólo para conseguir mi escuela primaria y después, salimos a la avenida para regresar al Metro. Yushe me preguntó porque todos en esa zona vivían tan encerrados y le dije la verdad: la inseguridad… aunque a veces, me pregunto si esa es la verdadera razón. ¿Por qué la colonia se volvió un lugar lleno de rejas? Antes era una colonia bonita. Pero bueh… seguimos platicando un ratín y cuando llegamos a la Tapo, nos dimos un abrazo fuerte. Ella me amenazó con que estaría viniendo al Distrito seguido y yo, olvidé con amenazarla que me la llevaría a caminar.

Espero que Stephen Hawkin venga a los recorridos turísticos.