No soy matemático, pero me llaman la atención y busco significados. No son grandes significados. Son pequeños. Me imagino la edad de mi interlocutor por ejemplo, o la fecha en que registró su correo, o bien, a veces imagino a las personas que se encargan de revisar las placas o dar números y me pregunto si darán el 144, o el 123, por alguna razón. Imagino fechas de su nacimiento, de su primer noviazgo, de la primera vez que le rompieron el corazón o que vio un muerto. Números de ocho dígitos, o bien, seis dígitos. Después, trato de suponer como estos números han afectado a la persona, como han mermado su desarrollo o como lo han pulido. ¿Habrá números chistosos? ¿Números “mágicos”? El 060606 compré mi primer helado y fue el más delicioso de todos. No niño, esos son los caminos del demonio y jamás comerás helado de nuevo.
A las seis de la mañana citaron a una cantidad considerable de modelos para llevarlos a Veracruz a filmar un comercial. Ea ea. Llegó el camión de la ETN puntualito y como el 80% de los modelos también. El director de casting quería salir a las siete de la mañana, pero gracias a dos personas… dos zanqueros para ser más específicos, agarraron camino como al 10 para las 8. Ya estaban sonando los teléfonos y aumentando el enojo y los nervios. Un retraso de una hora. Veinticinco personas esperando a dos. Llegó uno y media hora después llegó la otra. Una mujercita que llegó diciendo: “perdón perdón perdón”. Se llamaba Violeta.
Si todo va bien, ya deberían estar sobre el timetable.
Ya cuando el camión estuvo preparado y disminuyó el tráfico, fui a mi casa. Morí y resucité. El celular vibró en un par de ocasiones y medio desperté para leer los mensajes. Mi hermano prendió la luz cuando llegó de la escuela y me preguntó cosas, pero yo seguía muerto sobre mi cama. No pensaba en nada, ni siquiera en números. Soñaba. Ayer, Mono y yo platicamos acerca de los sueños, y del estrés. No recuerdo lo que soñaba, pero era agradable, era como regresar a la juventud. Duermes y despiertas. Duermes y estas solo. Despiertas y hay alguien esperando a que abras los ojos. Cuando creces, y la gente depende de tí, cuando la gente te quiere, esperará verte cuando abra los ojos. La soledad es simplemente dormir. Quien tiene el valor de despertarte, es alguien que no te dejará solo.
Hace un momento fui a la tienda, y por alguna extraña razón, me llevé una coca cola light en vez de una coca cola. Cuando di el primer trago, hice un gesto de asco y pensé: “esto sabe a light”. Al segundo trago, vi la botella y comprobé lo que mi corazón ya sabía. La moraleja es: Nunca dudes del corazón.