Abrir los ojos, a las seis de la mañana, fue una experiencia excitante y divertidísima. Me levanté como un duendecillo y mientras cantaba felizmente, como personaje de reparto en la Bella y la Bestia, me ponía los pantalones y la playera. Dando volteretas, empezando en mi habitación y terminando en la sala, recogí mis contratos, mi lista de teléfonos, mi celular y mi pocket pc. Se escuchaba allá afuera, por supuesto, el trino de los pajarillos y el claxoncito de los coches. -Ya se me hace tarde, oh Dios, oh dios, o-MFG -y brincoteando, salí por la puerta, por el pasillo de mi edificio, hasta que llegué a la unidad. Cuando pensé que me recibiría la luz de día en unos cuantos minutos, una tela gris cubrió el cielo. Las nubes amenazaron con romperse en cualquier momento y percibí un ligero aroma a “me-he-levantado-una-hora-antes-para-ir-a-la-escuela”.

Hablando en serio, bueno, casi en serio, prendí un cigarro y empecé a hacer llamadas en lo que pasaba un taxi a recogerme. Lo mismo de siempre, cada que hay llamado. ¿Dónde andas? ¿Y cómo por dónde vas? ¿Ya vas a llegar, para avisarle a producción? Revisaba mis manos para ver que no dejara los contratos por ahí, y me palpaba constantemente el bolsillo trasero, para darme cuenta que llevaba la lista. Bostezaba -y aún bostezo-, como oso que se le ha olvidado hibernar.

Pensé, tan pronto subirme al taxi, poner el ipod y escuchar “Life On Mars”. Ese placer se me olvidó.

Copié algunas canciones para no depender de mi ipod, ni de mi disco duro externo. Son pocas. Entre ellas está la canción que me ha acompañado estos últimos meses. No sé porque me siento tan identificado.

Llevo unos días probando Songbird para escuchar las canciones. Odio el engorroso proceso de abrir iTunes, esperar que abra, que mande a Genius y reciba de regreso. ¿Qué le ha pasado a los reproductores de música ligeros? Desde que WINAMP se hizo versión 5, ya nada es lo mismo. Hasta el momento, Songbird ha funcionado estable, y ha soportado el ritmo, sin ponerse loquito.

Al rato, otro llamado en las Lomas. Suspiro, resoplo, pienso–. Mañana es el último día de este proyecto, mañana es el último día de este proyecto, mañana es el… –un sonido que ya no se entiende, por tantas veces que se repite. Pensaba comprarme un café en el K, pero ya llevo dos cafés. Terminé comprándome un agua. ¿El agua despierta? Espero que sí. Extrañé a mi mujer el fin de semana. Generalmente la extraño. Arreglaremos ese inconveniente tan pronto se pueda.

Por cierto, entrevistaron a manchita (twitter / blog) en emeequis. Aquí la entrevista. Como dato de trivia, salgo mencionado en un parrafitititito (y no de la entrevista, no se emocionen). Ahora resulta que también soy super twitero. (Que no se enteren como puedo abandonarlo durante semanas, cof cof).

Otra cosita, el nuevo beta de Adium, tiene soporte para twitter. Gracias pato, como te adoro. Recuerden que es beta, y puede tener sus problemitas. Aunque el día que llevo de usarlo se ha portado bastante bien.

(quinto día, 365 días).