La fiesta perpetua es, en un principio, amable con los amorosos. Después de bailar un puñado de noches, salieron como dos locos empapados con el humo compartido de sus respiraciones. Cuando yo era humano, bebé, y no un semidiós que venció al diablo, recuerdo a mi querida Arlette y cómo encendíamos un cigarrillo, y después de la bocanada de humo nos besábamos para compartirnos la muerte, la música, el destino tóxico de dos imbéciles enamorados. ¿Estás seguro que es la canción que deseas escuchar? Perdona, pregunto no porque me interese tu opinión, después de todo tenemos el tiempo del mundo porque ya asustamos al impuro, sino para darle tiempo al requinto que viene… justo ahora.
Se toman las manos, se entrelazan los dedos con fuerza que revelan la sonrisa que les espera. Pasean por el Jardín de los Sabores, la Habitación de los Hambrientos, el Laberinto de Ladrillo Rojo, el Taller del Relojero, las Cuevas del Dragón Freitag, la Oficina de Ceslim, la Ciudad de un Universo Verdadero, las Fosas de Los Muertos y Los Desaparecidos Por Quien Sabe Quien en el Gobierno y pasean por muchos lugares más cuya existencia todavía está oculta en este libro, o que ya ha sido revelada pero todavía no la has visto. Compran helados, ella le lee libros y él le enseña sus cómics, él le presenta a su mejor amigo: Nico y ella le presenta a su hermana gemela, que también se llama Dalila.
Lloran por la muerte de su espejo como hicieron Estefanía y Palinuro. Y como hicieron ellos, ninguno creyó que un espejo quebrado fuera el final de su existencia y el inicio de la desgracia.
Pasaron los años, los caóticos años, donde se convirtieron en mercenarios, en el señor y la señora de la tiendita, en trabajadores de soporte técnico para el nuevo lanzamiento tecnológico que esperaba el mercado; se convirtieron en social media experts, en community managers, en RP people, en bikers, en hipsters y en millenials; también se convirtieron en ninjas, en toreros, en taxistas y en los payasos (perdón, en clowns) con un show para entretener a las ánimas de los niños muertos.
Todos en la fiesta perpetua, los recién llegados como los veteranos, supieron del amor de Mateo y Dalila a través de cartas y de libros, de tuits y de mensajes de facebook, por redes sociales nuevas como la de Ello o por las abandonadas como MySpace o Hi5. Los vieron besarse en un álbum de instagram que multiplicaba su amor cada día, porque diario había una actualización nueva: una foto de ellos besándose, o compartiendo un plato de comida, o tomándose las manos y preparándose para una nueva vida, una nueva profesión o una nueva aventura dentro de uno de los múltiples laberintos de la fiesta perpetua.
¿Cuántos años pasaron, bebé? No sabría decirte. A Mateo ya le salieron sus primeras canas y los pechos de Dalila han caído, apenas, uno o dos centímetros. Tú dirás si quieres escuchar la siguiente canción de este concierto.
- La canción de cierre es Mateo y Dalila, en el final de los tiempos, y puedes escucharla en la página 32.