- Escucha lo dulce que suena la premisa: 42 jugadores en un campo abierto compiten para matarse entre sí con lo que encuentren, o bien pueden esconderse y sobrevivir de raciones. El último sobreviviente es el ganador del juego. Reducimos Battle Royale, the Hunger Games, the Long Walk y tantos otros escenarios post apocalípticos a un FPS sangriento y brutal. Deme diez para llevar.
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Después de ver algunas reseñas en video, me desengañé: los servidores están vacíos y el juego tiene muchos errores. El desarrollador, al pasar del tiempo, ha bajado el precio de 15 dólares a 15 pesos. Por menos de un cincuentón puedes comprar este juego para ti y todos tus amigos. Si inviertes 500, quizás puedas invitar a toda una generación escolar para que se metan a una frenética sesión de Down to One. Yo pagaría por ver algo así. Quizás…
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No. El juego vomita bugs en cada esquina. Admito que las primeras reseñas en video fueron demasiado crueles y el desarrollador parece que sigue trabajando en el juego. Eso me decidió a entrar para ver qué pasaba. Pues el juego sigue teniendo problemas con las escaleras que van al cielo o que no están en la posición correcta. También hay muros invisibles que impiden el paso adentro de ciertas estructuras y pueden atorarte. Los avatares, cuerpos, modelos de tu jugador están propensos a sufrir los glitches entre grotescos e hilarantes. Quizás…
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Ni siquiera como un chiste el juego es adecuado. Además de los múltiples errores, no hay nadie con quién jugar. Uno pensaría: bueno, puedo jugar para grabar videos chistosos y subirlos a YouTube. No. Ni eso. Desde que un juego tiene problemas con la pantalla de opciones sabes que has pisado caca en el desierto. Aléjense de esta madre. No la compren.
Down to One: Cero es uno y uno es cero
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