• Cuando instalé este juego, tuve un mal presentimiento cuando no encontré un título en la pantalla de inicio. Nadie hace eso. Si estás orgulloso de tu juego, si te respetas como creador, al menos tienes un diseño para el título del juego o como sea lo rayas en la pantalla inicial. Si ven mi brevísimo let’s play, se darán cuenta que no está ahí.

  • Como el juego tiene algo de historia, estaba dispuesto a perdonárselas. Hace tantos, tantísimos años jugué el mejor simulador de vuelo espacial que haya jamás existido: Wing Commander. Y cuando vi la historia del juego y que las demás gráficas estaban muy bien cuidadas, extrañé un juegazo y quise creer que este juego haría un buen trabajo o, al menos, que me traería los gratos recuerdos cuando era chamaco y me soñaba volando naves. Me equivoqué.

  • Los controles son complejos y un poco incómodos. Cuesta trabajo acostumbrarse pero al final, creo que lo mejor fue utilizar el joystick para simplificar el manejo de la nave. La narrativa del juego no está mal, quizás un poco predecible y las actuaciones de voz son por lo menos semiprofesionales. El diseño está bien elaborado, las texturas funcionan muy bien y los modelos de las naves, gracias a un excelente juego de texturas y luces, son como un dulce para los ojos. Tuve que jugar el tutorial dos veces para agarrarle la onda a los controles y aún así, creo que toma su tiempo “perfeccionarlo”. Pero no puedo recomendar este juego.

  • En mi primera misión real tenía un bug que arruinó toda la experiencia. Sin ningún aviso o explicación, me pidieron que “hackeara” una zona en el interior de una nave y después de un par de momentos de frustración, y de repetir ciertos escenarios, cuando llegué a la zona de la misión, sencillamente era “inhackeable”. No sé si no estaba apretando el botón incorrecto (apreté todos y es muy escueto el menú de misiones) o no sé si el juego estaba bugeado. Lo más triste, cuando investigué más, el desarrollador estaba vendiendo “en cierto modo un remake que mejora el original y agrega más misiones entre otras cosas”. Básicamente había desechado su producto, esperando que la gente comprara “de nuevo” una versión “aumentada y mejorada” y que arreglaba “ciertos desperfectos”. Imperdonable.